jueves, 29 de septiembre de 2016

LA MEJOR OFERTA: Siempre hay algo auténtico detrás de toda falsificación



Título: "LA MEJOR OFERTA"
                                                 Intriga. Drama.
                                                 Año: 2013
                                                 Duración: 131´
                                                 Director: Giuseppe Tornatore
                                                 Intérpretes principales: Geoffrey Rush
                                                                                      Jim Sturgess
                                                                                      Sylvia Hoeks
                                                                                      Donald Sutherland
                                                 B.S.O.: Ennio Morricone


   Comienzo esta reseña advirtiendo que esta película no va a satisfacer todos los paladares. Se trata de un filme diferente, de ritmo muy pausado en el que habrá que apreciar, en ocasiones, el valor de los silencios. En mi caso, he de reconocer que lo que me atrajo de entrada fue el poder disfrutar nuevamente de otra obra del gran Giuseppe Tornatore, creador de una de las películas más bellas que he tenido el gusto de ver: "Cinema Paradiso" (1988), con la que ganó en un mismo año el BAFTA, el Globo de oro y el Óscar a la mejor película extranjera.

   La historia nos muestra a un Geoffrey Rush (ganador del Óscar a mejor actor en 1996, por "Shine") encarnando a Virgil Oldman, un peculiar y excéntrico experto en arte, que también ejerce como agente en prestigiosas subastas de artículos de arte. A mi juicio, en esta película Rush ofrece una de sus interpretaciones más sutiles, siendo apreciable su constante evolución a lo largo de la trama.


   Todo transcurre de forma tranquila y metódica en la vida del solitario Sr. Oldman, hasta que recibe el encargo de tasar y sacar a subasta la totalidad de artículos que componen la abandonada Villa Ibbetson, propiedad de la Srta. Claire Ibbetson (interpretada por Sylvia Hoeks) ahora que sus padres han fallecido. 

   La irrupción de esta misteriosa joven -que no se deja ver debido a que padece una extraña enfermedad psicológica-, transformará para siempre la vida de Virgil, que se dará cuenta de que hasta ese momento se ha perdido demasiadas cosas debido a su exacerbado apego hacia lo artístico.

   Dignas de mención son las apariciones (claves en la historia) de Jim Sturgess interpretando al joven Robert, amigo de Virgil, una especie de ingeniero capaz de reparar y montar cualquier objeto, y de la menuda actriz australiana Kiruna Stamell, interpretando a una inquietante clienta de un bar, capaz de memorizar absolutamente todos los datos acerca de todo lo que acontece a su alrededor.


   Más que la mano de Tornatore, he apreciado por momentos una atmósfera más propia de Alfred Hitchcock. La fotografía me pareció bastante buena, ya que la trama está rodada entre Italia (Trieste, Bolzano, Parma y Milan), Viena y Praga, ciudad en la que agoniza la película y en cuya parte final podremos deleitarnos con bellas imágenes de su centro histórico.

   La música corre a cargo del gran maestro Ennio Morricone, autor de bandas sonoras de películas tan reconocibles como "La misión", el ya mencionado "Cinema Paradiso" o dos de los Spaguetti Western más célebres de la historia del cine: "La muerte tenía un precio" y "El bueno, el feo y el malo", entre otros muchos títulos.

   En mi opinión, la película va perdiendo intensidad e interés de forma paulatina, pero por el final que nos ofrece ya merece la pena verla. Además, como ya dije al principio, en películas como ésta, tan distintas al cine comercial al que estamos (mal) acostumbrados, hay que saber apreciar los pequeños detalles que subyacen en la trama y gozarla a fuego lento. 

   Y nunca olvidéis el mensaje implícito (y también explícito) de esta peli: Que siempre hay algo auténtico detrás de toda falsificación.





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